15. MARTIN BORMANN: SU DESAPARICION






                                               Desafortunadamente, esta tierra no es un país de hadas, sino una lucha por la vida,                                                                          perfectamente natural y, por tanto, extremadamente dura.                                                                            (Martín Bormann)                      

                                                                                

     El día uno de mayo de 1945 Martin Bormann (1900-1945) se encontraba en el búnker de la Cancillería protegido por los últimos defensores de la ciudad de Berlín. Hitler se había suicidado a primera hora de la tarde del día anterior y Bormann  había permanecido junto al Führer hasta el último momento. Los rusos estaban muy próximos, en algunos sectores se combatía a escasos trecientos metros de donde se encontraba escondido. Su pensamiento se centraba en tratar de escapar de allí lo antes posible, el tiempo jugaba en su contra y cada minuto que transcurría era vital. 

                Martin Bormann 

       Como jefe del NSDAP había demostrado una capacidad de trabajo infatigable y un control absoluto y férreo del partido, por ello era conocido como ¨la eminencia gris¨. Posteriormente, compartiría esa posición dentro del partido con la de secretario personal del Führer, con lo que aumentada su gran capacidad de influencia y poder. Toda la información y todas las visitas pasaban por su estricto control, por lo que se le consideraba como la sombra de Hitler.  Desde su posición, fue el principal causante del declive político  de Hermann Göring (1893-1946) y Heinrich Himmler (1900-1945) en los últimos meses del III Reich,  como así quedo reflejado en el testamento político de Hitler realizado pocas horas antes de su muerte y donde ambos fueron acusados de traidores siendo despojados de toda posibilidad sucesoria. 

      En dicho testamento, modificaba la sucesión establecida anteriormente y decide que el poder pase de Göring al Almirante Karl Dönitz (1891-1980) como Presidente del Reich y Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas y  el Ministro de Propaganda, Joseph Goebbels (1897-1945) como Canciller del Reich. Después de tanto esfuerzo Bormann tuvo que sentir una gran frustración, ya que finalmente y a pesar de su lealtad a Hitler era el gran perdedor, toda su estrategia de ir laminando a todos los aspirantes a la sucesión  había fracasado y se debía de conformar con las migajas como Ministro del partido.

 Karl Dönitz

       En el momento del suicidio de Hitler al mediodía del 30 de abril y estar su heredero Karl Dönitz alejado de Berlín le corresponde a Goebbels tomar las riendas de la situación en la Cancillería, donde se realiza una primera reunión informativa para tomar decisiones. Bormann, según todos los testigos, siempre muy templado se muestra muy nervioso y con la única obsesión de salir de allí lo antes posible para tratar de encontrarse con Dönitz e informarle personalmente de las últimas voluntades del Führer. Finalmente se impone la postura de Goebbels de intentar esa noche negociar con los rusos para lograr intentar un alto el fuego. Por ello se decide aplazar la fuga inicialmente prevista para esa misma noche hasta el día siguiente, lo que sin duda, debió causarle una gran frustración.

   Las negociaciones en las afueras de Berlín del general Krebs con el general Zúhkov (1896-1974) fracasan al exigir los rusos una rendición incondicional.  Al mediodía del día uno de mayo Goebbels es informado en el búnker de ello, por lo que esa misma tarde decide quitarse la vida junto a su esposa Magda en los jardines de la Cancillería no sin antes llevarse por delante la vida de sus hijos mientras dormían, sin que ningún militar de los allí presentes teniendo conocimiento de lo que iba a suceder tuviera el valor de frenar aquel asesinato infame que se iba a cometer.

                                                               Joseph Goebbels

     Una vez desaparecido Gobbels el mando pasaba a Bormann, para el que ya no existían obstáculos ni había más tiempo que perder, "Ausbruchsversuch" (intento de fuga), dice la última anotación que realizó en su diario. Esa misma noche del día uno de mayo se ejecutaría  definitivamente el plan de fuga elaborado por el SS-Brigadelführer Wilhelm Mohnke (1911-2001), comandante responsable de la defensa del Distrito Gubernamental de Berlín o Die Zitadille, que incluía la Cancillería y el FührerbúnkerSi Bormann ostentaba la autoridad formal del grupo, la autoridad real en ese momento estaba temporalmente en manos de Mohnke.

                                     Whilelm Mohnke

       El plan se ejecutaría en cumplimiento de lo señalado por Hitler unas horas antes de su suicidio en donde finalmente y por escrito autorizaba a los últimos defensores de la ciudad para que, ¨... en el caso de faltar municiones y víveres pudieran abandonar la ciudad en pequeños grupos para buscar contacto con las tropas que seguían combatiendo, y que en caso de no localizarlas, deberían continuar luchando en pequeños grupos en los bosques...¨.

      Los últimos ocupantes del ¨fuhrerbúnker¨ después de tratar de prenderle fuego, lo abandonaron por el pasillo subterráneo que lo comunicaba con los sótanos de la Cancillería. Allí, sobre las veintidós horas estaban todos esperando la orden oportuna.  Agotados por los intensos combates de los últimos días, aún disponían de armas y municiones para tratar de romper el cerco sobre la Cancillería. Algunos habían arrancado los galones de sus uniformes o cubrían los mismos con ropas civiles, incluso habían destruido su documentación para poder ocultar su identidad o graduación en caso se ser descubiertos. Lo único que les podía delatar a los miembros de las SS  era un tatuaje en el antebrazo con el grupo sanguíneo, pero este detalle era desconocido por los rusos y no lo supieron hasta semanas más tarde. 

                       Soldados alemanes con el Panzerfaus                                      Tanque Tiger en la Batalla de Berlín      

       Se estima un total aproximado de unas mil personas las que se intentaron evacuar de la Cancillería. La mayoría de ellos eran miembros de la división SS Leibstandarte-AH, pero había unos veinte miembros del personal civil de Hitler y unos 80 de los hombres de Johann Rattenhuber (1897-1957), responsable de la seguridad del Führer. El plan de huida se llevaría a efecto utilizando los subterráneos de la U-Bahn y S-Bahn que hasta ese momento habían desempeñado un papel muy importante en la defensa de Berlín. Los rusos ante el temor de emboscadas evitaban los túneles del metro. Las tropas alemanas conocían y se movían bien a través de ellos y junto con el entorno de la Cancillería constituían el último bastión de los defensores de la ciudad.

                               

      El plan de fuga de Mohnke era evacuar a cualquiera que aún pudiera caminar por las vías subterráneas y subir hasta los suburbios del norte de Berlín para emerger detrás de las líneas enemigas. Se realizaría a partir de las nueve de la noche (finalmente comenzaría con unas dos horas de retraso), para lo que distribuyo al personal en unos diez grupos y estableció el orden de salida de los mismos que lo harían en intervalos de 15/20 minutos. 

       La ejecución se haría de la siguiente manera, se saldría por una de las ventanas del sótano que daba a Wilhemstrasse, se cruzaría en diagonal al otro lado de la Wilhelmplatz hasta alcanzar la entrada de la estación de metro de Kaiserhof (actualmente Mohrenstrasse).

                              Fotografía desde la estación de metro Kaiserhof (actualmente Mohrenstrasse),                                                                           la Wilhemplatz que se encontraba a la derecha ha sido edificada

     Se avanzaría por el túnel de la U-2 en dirección este hasta la estación de Stadmitte, allí se cambiaría de túnel para coger el de la U-7 en dirección norte y tras pasar por la U-Unter den Linden, llegar a la estación de U-Friedrichstrasse.                                                                                                 

                                                                                                                                                    Plan de fuga previsto

     Al llegar a la Estación de Friedrichstrasse, en caso de no poder seguir por los túneles del metro, se trataría de avanzar por la  superficie en dirección norte cruzando el puente de Weidendammer, uno de los pocos que aún no habían sido dinamitados para facilitar la defensa del Distrito Gubernamental. Para poder cruzarlo contarían con el apoyo de lo que aún quedaba del grupo de batalla de Mohnke, casi dos mil efectivos que aún defendían la Ciudadela y que habían sido previamente alertados para que esa noche abandonaran sus posiciones y con todos los medios disponibles acudieran a ese lugar de madrugada. Disponían aún de cuatro o cinco carros de combate tipo Tiger, cañones antitanque y bazucas "Panzerfaus" para tratar de abrir una brecha por donde poder huir. Se continuaría hasta alcanzar la estación de Stettiner Bahnhof (en la actualidad S Nord Bahnhof) en el suburbio de Wedding y, desde allí, abandonar Berlín en dirección noroeste, con el objetivo de entrar en contacto con las unidades alemanas que aún seguían combatiendo.


                                             Estación de Stettiner Bahnhof

     En el momento de ejecutar el plan de fuga, parece que hubo cierta discrepancia sobre en que grupo se integraría Martin Bormann. Desde la muerte de Hitler, había sido tratado con cierto desdén por casi  todos, Mohnke no podía disimular ese desprecio y no lo quería en su grupo. Artur Axmann estaba aún menos inclinado a aceptarlo. Bormann se acercaba al final de su vida, con toda la sordidez y el egoísmo pasando factura. Debía ser frustrante para quien durante tanto tiempo había acumulado un inmenso poder dentro del Tercer Reich y  acostumbrado a dar órdenes a verse en esa situación de ninguneo. 

     El primer grupo de ruptura, que era el más fuerte, el mejor preparado para el combate y además contaba con la ventaja del factor sorpresa, estaba al mando de Mohnke y compuesto por todos sus oficiales y un centenar de soldados y en el se integraron el ayudante de campo de Hitler; Otto Günsche (1917-2003), el embajador; Walther Hewel (1904-1945), el vicealmirante Hans-Erich Voss (1897-1969), las secretarias de Hitler; Gerda Christian (1913-1997)Traudl Junge (1920-2002); la secretaria de Bormann Else Krüger (1915-2005) y la cocinera-dietista de Hitler, Constanze Manzianly (1920-1945). 

 
         
                   Gerda Christian                               Traudl Junge                                     Else Krüger
    
    El segundo grupo iba dirigido  por Johann Rattenhuber, y el tercer grupo que estaba previsto que fuera el de Arthur Axmann (1913-1996), pero finalmente fue relegado al cuarto ante el estado ante la impaciencia de Bormann. Por detrás de Axmann, otro de los grupos lo dirigía el escolta-conductor de Hitler, Erich Kempka (1910-1975) y del que formaba parte Heinz Linge (1913-1980) y unas cien personas.

     Algunos historiadores no consideran muy lógico que el orden de salida de Bormann fuera tan retrasado, por ello lo sitúan en el segundo grupo por detrás de Mohnke. Otros justifican una posición de salida retrasada a que esa noche Bormann había bebido en exceso junto a otros miembros de la Cancillería y se encontraba tan afectado que el Dr. Ludwing Stumpfegger, médico personal de Hitler, tuvo que intentar ponerlo sobrio para poder finalmente integrarlo en el grupo del que formaban parte principalmente personal del Ministerio de Propaganda.
            

Werner Naumann                   Ludwing Stumpfegger

     Del grupo de Bormann se hizo cargo el general de las SS Werner Naumann (1909-1982) que se  había arrancado todas sus insignias para hacerse pasar por un simple soldado de la Wehrmacht. También se encontraban  entre otros, además del Tte. coronel de las SS Ludwig Stumpfegger (1910.1945), el piloto privado de Hitler Hans Baur (1897-1992) que aunque también detestaba a Borman se había comprometido con Hitler para acompañarle hasta el cuartel general del almirante Dönitz. Esa noche Baur  llevaba enrollado en una mochila un valioso lienzo al óleo un retrato de Federico "El Grande" realizado por Franz Von Lenbach, que decoraba la pared del despacho de Hitler en el "führerbúnker" y que le había regalado al despedirse para alejarse de este mundo. 

      La intención original de los grupos era permanecer más o menos vinculados pero resultó imposible. La oscuridad de los túneles del metro, la aglomeración de civiles y soldados heridos, de mujeres y niños hizo que el avance fuera más lento de lo previsto e incluso que algunos perdieran contacto. Tras pasar por la estación de Unter del Linden y con cierto retraso, casi una hora después, el primer grupo de Monhke alcanzaba la estación de U-Friedrichestrase según lo previsto.
         
        
  En círculo blanco la Estación de metro U-Friedrichstarsse por donde emergen a la superficie                                                  
      En la estación de U-Friedrichstrasse no pudieron continuar por el túnel y tuvieron que salir a la superficie, donde se habían formado barricadas para protegerse de los disparos intensos de la artillería rusa situada al otro lado del puente de Weidendammer. Sin el apoyo terrestre que aún no había llegado vieron imposible cruzar el puente, por lo que sin esperar la llegada de ningún otro grupo que venía por detrás, deciden rápidamente fragmentarse y abrirse paso por otro puente metálico peatonal, que ya no existe, situado a unos trescientos metros rio abajo y pasada la Bahnhof Friedrichstrasse.
   
                               Puente peatonal por donde posiblemente pudo cruzar el grupo de Mohnke

       Después de cruzar al otro lado del río alcanzaron la zona del Hospital de la Charité y atravesando sus patios llegaron a la Chasestrasse cruzando por sus sótanos comunicados y pasando por el cuartel de Malkäfer, lograron finalmente llegar a la estación de Wedding. Del grupo inicial  y después de recorrer esos casi tres kilómetros se había reducido a unos veinticinco efectivos entre los que se encontraban: Günsche, Hewel, así como las cuatro mujeres, Crhistian, Junge, Krüger y Manziarly.

      Al amanecer trataron de seguir avanzando pero se encontraron con dos carros de combate T-34 que abrieron fuego con sus ametralladoras por lo que se tuvieron que dispersar por calles laterales lo que fragmentó aún más al grupo. Al final solo quedaban Mohnke, Günsche, Hewel y las cuatro mujeres. En la mañana del día dos de mayo lograron alcanzar un refugio antiaereo junto a la cervecería  de la Schönhauser Allee, llamada Schultheiss-Patzenhofer (actualmente centro cultural Kulturbrauerei), allí en los sótanos se encontraban atrincherados la sección de Mando H de la "Fortaleza Berlín" y varios centenares de soldados alemanes. A lo largo de esa mañana, pudo ir llegando  algún componente del segundo grupo de fuga como el Jefe del Servicio de Seguridad Rattenhuber herido levemente en una pierna. 

                                                           Fábrica cerveza Schultheiss-Patzenhuber actualmente (Kulturbrauerei)

     Sobre las tres de la tarde se acercan varias unidades rusas informando que la guarnición de Berlín había capitulado la noche anterior, exigiendo que depusieran las armas. Sobre las diez de la noche el grupo de Mohnke acabó rindiéndose iniciándose su cautiverio, excepto Hewel del que decidió pegarse un tiro con su pistola reglamentaria. Pero antes de rendirse las mujeres abandonaron voluntariamente el refugio para tratar de continuar por si mismas, Traud Junge cayó en poder de los rusos aunque finalmente entregada a los estadounidenses, Gerda Christian (la otra secretaria de Hitler) y Else Krüger (secretaria de Bormann) lograron llegar a líneas británico-americanas, de Manziarly nunca más se supo.

    Pero retomemos la historia para ver que ocurrió con los siguientes grupos. El tercer grupo en salir de Naumann/Bormann tenía que seguir el mismo recorrido por dentro de los túneles del metro, pero al llegar a la U-Stadmitte  en el cruce de las líneas y por error tomaron el túnel equivocado y aparecieron  en la estación de U-Hausvogteiplatz en lugar de Under den Linden.

                                  Estación de U-Hausvogteiplatz 
   
     En U-Hausvogetelplatz tuvieron que salir a la superficie y para llegar a la U-Friedrichstrase como así estaba previsto, tuvieron que avanzar en zig-zag por las calles haciéndolo lo más cerca posible de las fachadas de los edificios. La oscuridad de la noche fue su mejor aliado.

             
              En rojo el itinerario por la superficie del grupo de Bormann hasta la U- Friedrichstrasse 

   La primera dificultad que tuvieron que superar fue cruzar la Gendarmenmarkt que se encontraba en ruinas con los escombros de los intensos bombardeos que se estaban produciendo y vehículos abandonados. Atravesar esta zona abierta no estuvo exenta de dificultades y el grupo comenzó a fragmentarse. Bormann no estaba acostumbrado a estas dificultades.
          
                     
                 
                                                                      Gendarmenmarkt
    
     Una vez alcanzada la Friedrichstrasse por la que siguieron avanzando en dirección norte y cuyo cruce con Unter den Linden debió ser bastante peligroso ya que los rusos controlaban dicha calle desde la zona oeste donde se encontraba el Reichstag. Finalmente según lo previsto pero con retraso pudieron llegar hasta la estación de U- Friedrichstrasse. Durante el recorrido no tuvieron enfrentamientos directos con los rusos, pero donde las calles y los edificios se encontraban destrozados.

                          La Friedrichstrasse después de los enfrentamientos

     En la estación U-Friedrichstrasse se encontraron con lo que quedaba del grupo de Rattenhuber que les precedía y que habían llegado sin errores a través de los túneles del metro, los cuales ya habían fracasado en sus intentos por cruzar el Weidendammer Brücke. Todos los grupos que fueron llegando  por detrás terminaron por reagruparse ante los continuos fracasos. La calle y el puente se encontraba llena de cadáveres ante el continuo fuego de cobertura de los rusos. Algunos deciden refugiarse en el Palacio del Almiante (Almiralspalast).
    
                        
                                    Circulo la estación de U-Friedrichstrasse, al lado el Almiralspalast                                         (vista desde la equina del Puente de Weidendammer)

     Desde ese lugar, el grupo de Bormann pudo escuchar enfrentamientos al norte de Schiffbauerdamm, e intuyeron que pudiera tratarse del primer grupo de Mohnke que hubiera podido cruzar por otro punto, como así sucedió.  En ese momento los rusos ya se habían dado cuenta de que había alemanes tratando de romper sus líneas y habían comenzado a reforzar sus posiciones, pero lo que seguramente desconocían era que entre ellos pudiera haber gente procedente de la Cancillería del Reich. 

    De repente, cuando la situación era más desesperada aparecieron aunque con bastante retraso lo que aún quedaba del grupo de combate de Mohnke con algún carro de combate Tiger y dos cañones de asalto autopropulsados. Con su apoyo y protegiéndose detrás de los blindados que les abrían paso lograron avanzar muy lentamente y atravesar ya de madrugada el Puente Weidendammer. Allí murieron sobre el puente Albrecht y Högl, pero el grupo pudo cruzarlo y alcanzar el Hotel  Atlas, en la actualidad Hotel Neuer Fritz. 

          Esquina al otro lado del Puente Weidendammer donde marcado con estrella se localizaba el Hotel Atlas 
                                        
     En su intento de seguir avanzando por la Friedrichstrasse, sobre las 02:30h alcanzan la confluencia  con la Ziegelstrasse, donde el carro de combate Tiger con el que se protegían Bormann y Naumann fue alcanzado por un proyectil ruso, los cuales salieron despedidos por la  de la explosión (según declaraciones posteriores  de Kempka, Baur, Linge y Axmann recopiladas por los rusos en su cautiverio). En ese momento se pierde la pista del responsable del grupo Naumann, se le dio por muerto pero posteriormente se supo que sobrevivió sin caer prisionero con una falsa identidad.

                 Izquierda la Friedrichstrasse subiendo desde el Puente de Weidendammer en su confluencia con                   Ziegelstrasse donde parece que fueron alcanzados Bormann y Naumann

    Después de recuperarse Bormann, el grupo al no poder seguir avanzando hacia el norte por la Friedrichstrasse por no contar ya con ningún carro de combate, deciden retroceder sobre sus pasos para cruzar nuevamente pero esta vez de regreso el puente de Weidendammer hasta la estación de Bahnhof Friedrichstrasse. Desde este lugar tratan de escapar siguiendo las vías férreas  aéreas que cruzaban hacía el oeste sobre el Spree en dirección a la estación de Lehrter Bahnhof.  

    El problema fue que la ruta era muy peligrosa ya que el Reichstag se encontraba ya controlado por los rusos y al alcance de cualquier disparo de sus francotiradores. Cuando sobrepasaron el río por el viaducto y comenzaban a descender a la altura Margarita-Steffin-Strasse recibieron disparos desde las casas próximas por un lado y desde el Reichstag por el otro. Finalmente lograron bajarse de las vías a la altura de la Friedrich-List-Ufer muy cerca de la estación de Lehrter Bahnhof. Hans Baur herido se había ido quedado rezagado.  

           En amarillo avance de Bormann, en rojo el retroceso y el avance desde Bahnhof Friedrichstrasse por las vías hasta  Lehter Bahnhof

   
    Avanzaron por la Friedrich-List-Ufer hasta alcanzar la Invalidenstrasse donde el pequeño grupo se fragmentó en dos. Por un lado, Bormann y Stumpfegger se dirigieron hacía el este, mientras que Axmann y Günter Weltzin  lo hicieron hacia el oeste en sentido opuesto por la misma calle. Muy pronto Axmann y Weltzin se encuentran con tanques y soldados rusos por lo que volvieron sobre sus pasos en dirección este nuevamente hacia la Lherter Bhanhof. Mientras tanto Bormann y Stumpfegger tampoco debieron llegar muy lejos y antes de cruzar el Sandkrugbrücke se debieron encontrar con alguna patrulla rusa y también tuvieron que retroceder de nuevo a la zona de la estación de Lherter Bhanhof donde viéndose acorralados se suicidaron con ácido prúsico. Axmann y su ayudante se encontraron con los cuerpos de Bormann y Stumpfeger boca arriba y sin heridas visibles.  

     El día 3 o 4 de mayo, algunos testigos como el joven Herbet Seidel o Willy Stelse afirmaron haber visto dos cuerpos uno pequeño y otro corpulento sin prendas de abrigo, botas ni pantalones ni insignias de rango militar en la Invalidenstrasse. En la fábrica Solex, lugar de trabajo de Stelse apareció una de las prendas desparecidas un chaquetón de cuero que portaba otro trabajador, el cual entregó a su capataz Ott un libro que encontró en uno de sus bolsillos, era el diario de BormannOtt lo entrego a las autoridades soviéticas (el diario se encuentra en la actualidad en un archivo de Moscú con su última anotación: Intento de fuga). Estos detalles inmediatos pronto cayeron en el olvido.

       Durante las siguientes horas todos los fugados se fueron fragmentando en grupos muy reducidos. Algunos fueron perdieron la vida y otros dados por desaparecidos. De los que sobrevivieron la mayoría cayeron prisioneros de los rusos como Otto Günsche (ayudante de campo de Hitler para las SS), Heinz Linge  (ayudante de cámara de Hitler), Mohnke  (comandante de la defensa del distrito gubernamental), Hans Baur (piloto personal de Hitler), Johann Rattenhuber (general de división) o Hans-Erich Voss (oficial de enlace del almirante Dönitz). Todos ellos fueron condenados por los rusos a veinticinco años de prisión y sufrieron intensos interrogatorios, siendo el principal interés de los soviéticos las circunstancias de la muerte de Hitler ante el temor de que pudiera haberse escapado con vida. Sólo unos pocos afortunados cayeron en manos de los aliados como Artur Axmann (jefe SS de las juventudes hitlerianas), Günter Schwägermann (ayudante de campo de Goebbels), Enrich Kempka (chofer y miembro de la escolta personal de Hitler) y las secretarias Traudl Junge y Gerda Christian. La fuga había terminado para todos ellos. 

      Bormann fue juzgado en ausencia en el Proceso de Nuremeberg y acusado de tres cargos: conspiración para librar una guerra de agresión, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, siendo absuelto del primer cargo y condenado el 15 de octubre de 1946 a morir en la horca en caso de ser localizado.
                                                                                                    
                                         Algunos de los principales acusados en el Proceso de Nuremberg

       A partir de ese momento la figura de Bormann se esfumó y pareció desvanecerse, se produjeron más de 56 versiones sobre su paradero, siendo ubicado en todas las regiones del mundo, desde Moscú hasta Ciudad del Cabo y desde Australia hasta Sudamérica. Se produjeron varias detenciones de personas que confundieron con Bormann. Incluso la CIA gastaba tiempo y recursos para tratar de localizarlo. También la Fiscalía de Franckfurt había fijado una recompensa de 100 mil marcos por su localización. 

    Mientras tanto, los rusos dentro de la guerra fría posterior a la finalización del conflicto bélico guardaban silencio de la información de la que evidentemente disponían gracias a las declaraciones de los prisioneros que habían sido testigos de las últimos momentos de Bormann y que habían sido interrogados durante todos los días de su cautiverio hasta ser liberados. Con ello intentaban alimentar en la opinión pública de que las grandes potencias aliadas habían colaborado en la fuga de dirigentes nazis después de la II G.M. 

   El inicio del esclarecimiento definitivo de lo sucedido tuvo lugar en 1963 cuando  Albert Krumnow un empleado jubilado de la estafeta de correos número 40 de la estación de Lehrter, declaró lo siguiente ante la policía alemana: "En los primeros días de mayo reanudé mi trabajo en la estafeta, me ocupé primero de retirar los escombros. Alrededor del día ocho de mayo nos ordenaron los rusos llevarnos los cadáveres que había en la Invalidenstrasse. Fui al puente sobre el Spree y vi los cuerpos de dos hombres. Por la cartilla militar encontrada junto a uno de ellos, entendí que uno de los muertos había sido médico de las SS. Tras comentar que ningún cuerpo tenía señales de heridas, yo, junto a mis compañeros, cargamos los cadáveres y los enterramos donde en aquella época se hacía la feria regional."

    Otro testimonio lo aporta el señor Berndt, jefe de esa estafeta de la estación berlinesa de Lehrter, que el catorce de agosto de 1945 escribió una carta a la señora Gertrud Stumpfegger que decía: "Estimada señora, el ocho de este año, empleados de esta estafeta encontraron en el puente ferroviario de la Invalidenstrasse a un soldado caído por los combates por Berlín, El salvoconducto encontrado junto al muerto estaba a nombre de Ludwig Stumpfegger. Como es de suponer que el muerto fuera su marido, le trasmito esta triste noticia expresándole a la vez mi más sentida condolencia. Su marido fue sepultado el ocho de mayo en el terreno de la feria regional junto al Spree".

     Esta información fue la base utilizada en 1965 por el periodista Jochen von Lang que trabajaba para la revista Stern, quien tras un riguroso trabajo de investigación de varios meses le llevaron a entrevistarse con todos los testigos vivos que pudo localizar. Finalmente llegó a la conclusión de que Bormann estaba muerto e indicaba el lugar donde podían encontrarse sus restos. Las autoridades autorizaron a  excavar entre el 20 y 21 de julio de 1965  allí donde coincidían las versiones de Axmann y de Krumnow, junto  a tres árboles, pero no encontraron nada.

                
                Excavaciones de 1965 en busca de los restos de Bormann

        La confusión sobre la localización de Bormann continuaba, incluso en marzo de 1968 el famoso cazador de nazis fugados Simón Wiesenthal, que poco antes había localizado a Eichmann en San Carlos de Bariloche, dijo que Bormann vivía como un virrey en Brasil y que trataría de encontrarlo.

      El final del misterio no llegaría hasta el 28 de diciembre de 1972, cuando sobre las 12:30 horas dos trabajadores de la construcción llamados Willi Stein y su ayudante, Jens Friese se encontraban realizando unas obras para la canalización de agua excavando una zanja entre la estación Lehrter y la Invalidenstrasse. Muy cerca, a unos doce metros de donde siete años antes se había realizado la excavación frustrada, se encontraron con algo sorprendente.    

                            
                 (1) Lugar donde se inició la búsqueda y (2) el lugar donde fueron encontrados los restos.
                                                                                     
     Ahora se toparon con algo duro que finalmente identificaron como restos humanos y que consistían inicialmente en un cráneo y numerosos huesos. Cuando ampliaron el pozo hallaron un segundo esqueleto humano. Avisaron al ingeniero jefe Manfred Schattke y este sobre las 15:15 horas se dio aviso a las autoridades policiales de Berlín occidental,  del caso se hizo cargo el comisario principal Werner Blank


       Los forenses encontraron en la dentadura de los dos esqueletos fragmentos de cristal, lo que sugirió que habían mordido cápsulas de cianuro. Los registros dentales del doctor Hugo Blaschke conservados por las autoridades alemanas que sirvieron para identificar a Hitler, también los utilizaron para identificar el cadáver de Bormann. Como Blaschke había fallecido en 1957 y a pesar de dejarlo todo registrado documentalmente, se tomó declaración a su ayudante, el técnico dental Fritz Echtmann. El técnico fue rápido y seguro en su respuesta: "Si, éstas son mis piezas".


      Se pudo constatar que el cráneo de Bormann estaba deformado encima del hueco correspondiente al ojo derecho, justo donde tenía una cicatriz como consecuencia de un grave accidente automovilístico. En su clavícula también se apreciaron daños que se correspondían  con las lesiones que Bormann había sufrido en un accidente de equitación, según confirmaron sus hijos. La estatura de los dos esqueletos también confirmaron que los dos cuerpos eran de Bormann y el médico de las SS. 

                               
                                
                                               Restos de Martin Bormann encontrados

    A comienzos de 1973 Alemania ordenó la reconstrucción facial de los dos esqueletos, que confirmó las identidades: El 11 de abril de 1973 Alemania occidental declaró oficialmente la muerte de Martín Bormann, aunque se impidió a la familia incinerar sus restos para poder realizar futuros exámenes forenses si fuera necesario.

     Como así lo fue en 1998, con la técnica del ADN en total desarrollo, Alemania ordenó una nueva identificación, esta vez genética. Los científicos del Instituto de medicina forense de la Universidad Ludwig Maximilians de Múnich, trataron primero sin éxito extraer proteínas para un análisis normal, finalmente, la prueba pudo hacerse con un análisis mitocondrial de ADN y con dos tubos de sangre de una mujer de ochenta y tres años, una nieta de Amalia Vollborn, hermana de Antonia Vollborn, madre de Bormann, la información genética coincidió plenamente.

      El fantasma había dejado de serlo. Los restos de Bormann fueron incinerados y sus cenizas arrojadas al mar Báltico el 16 de agosto de 1999.

                           Reunión de los supervivientes de la última fuga años después de su liberación,                                                                                       en donde evidentemente no estaba Bormann.


    


 

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