16. EL U-BOAT 977 EN EL QUE HITLER PUDO ESCAPAR

                                                                     

                                                                                           ¨Ya no estábamos bajo las órdenes de ningún mando,                                                                                         sino éramos individuos que luchaban por nuestra libertad individual¨. 

                                                                                                                (Heinz Schäffer)

                                                                                                                                                                                                                                                                                                

     Durante la II Guerra Mundial, los U-boat desempeñaron un papel fundamental en la estrategia bélica de Alemania especialmente durante la Batalla del Atlántico, que duró toda la contienda. Una de las razones por las que Alemania dependía tanto de los submarinos era que, como resultado del Tratado de Versalles, el número de embarcaciones que podían tener era limitado. Las restricciones impuestas después de la Primera Guerra Mundial les impidieron construir una armada fuerte. Como los submarinos no estaban específicamente mencionados en el tratado, estos se convirtieron en la forma de Alemania de obtener cierta ventaja en el mar. 

Hamburgo 6 de mayo de 1943 puesta en servicio del U-977

    Hasta mediados de 1943 fueron superiores  a las naves de los aliados, pero con la introducción del radar, la disposición en convoyes con protección aérea permanente aliada, los submarinos alemanes pasaron de ser cazadores a víctimas de la caza. Esta situación ya se mantuvo hasta el final de la guerra. El balance final de los resultados de la experiencia submarina fue desastroso para la Kriegsmarine: cerca del 80 % de sus submarinos fueron destruidos, 28.000 de sus 40.000 tripulantes murieron y 8.000 fueron capturados. Esto demuestra lo dura que fue la guerra submarina durante la Segunda Guerra Mundial. 

     El U-977 comandado por Heinz Schäfer, fue el último de los submarinos de Hitler en rendirse, lo hizo en la ciudad Argentina de Mar del Plata el 17 de agosto de 1945, tres meses después del fin de las hostilidades y envuelto en el misterio y la incertidumbre. Siempre circularon rumores sobre el último viaje de este submarino, incluyendo sugerencias de que había trasladado a lideres nazis, o un cargamento de oro saqueado durante la guerra.                              

 Heinz Shäffer

       Era un submarino del Tipo VII-C que fue botado el 2 de marzo de 1943 en los astilleros Blohm & Voss de Hamburgo, con 67,2 m. de longitud, 9,5 de altura, anchura 6,2 m. y un desplazamiento de 871 toneladas. Su autonomía era de 13.500 kilómetros, desarrollando una velocidad máxima en superficie de 17 nudos y 7,6 en inmersión. Estaba equipado con snorkel y un equipo FU-M-B, un sistema de detección de onda de radar pasivo muy avanzado para poder burlar a naves antisubmarinas. Se fabricaron unas 700 unidades de este modelo con algunas pequeñas variantes. En las últimas se redujo el espacio vital para la tripulación para aumentar la capacidad de poder mantenerse sumergido.

                                                                                    Uboat Type VII                                                               

     Este tipo de U-boat era una máquina de combate muy eficaz y fue el caballo de batalla de la fuerza submarina alemana desde 1941 en adelante, no dejando de construirse durante toda la guerra. Estaba diseñado para trabajar a una profundidad operativa de 170 m., aunque en la práctica llegó hasta los 275 metros. Su interior estaba dividido en seis compartimentos separados por mamparos esféricos diseñados para resistir una presión de hasta 10 atmósferas. En el compartimento central se ubicaba el puesto de control y combate, así como una escotilla conducía a la torre de mando y sirviendo como compartimento de rescate. Contaba con dos tipos de motores, motores MAN diesel para navegación en superficie y motores eléctricos para navegación sumergida que funcionan para impulsar las hélices y como generadores para cargar las dos baterías de almacenamiento de energía. Una inmersión urgente con una tripulación bien entrenada podía realizarse en 25-27 segundos. 

                                      Puente de Control de Mando y puerta cóncava de separación de compartimentos

        Su armamento estaba compuesto por 14 torpedos de 21 pulgadas con cinco tubos para lanzarlos, cuatro a proa y uno en popa. Los cinco tubos también estaban adaptados para la expulsión de minas. Disponía además de un cañón de 88 mm. (SK C/35)  en cubierta, montado frente a la torre de mando. Fue equipado con un sistema que detectaba las ondas de radar, snorkel, que le permitía tomar aire y expulsar los gases de los motores diesel sin delatar su posición. Aunque el sistema mostraba fallos ocasionales en el funcionamiento de sus válvulas permitía reducir el tiempo de navegación por superficie. El más famoso de este tipo de submarinos fue el U-96 que aparece en la película ¨Das Boot¨.  

 Zona de torpedos

     La flota alemana de submarinos desarrollo diferentes métodos para atacar a los barcos aliados, la más conocida era conocida como ¨Rudeltaktik¨ o manada de lobos, cuando un submarino localizaba un convoy su tripulación lo comunicaba por radio al cuartel general. Estos emitían una señal de localización que dirigía a otros submarinos hacia a ubicación del objetivo. Como consecuencia podía resultar que entre 15 o 20 submarinos atacaran un convoy. La manada de lobos existía únicamente como medio de ataque y nunca se desplazaba como tal.

    Pese al atractivo que despiertan los submarinos alemanes, ningún otro buque de guerra tenía peores condiciones de vida. Era un mundo angosto y fétido donde no había ni intimidad. Las patrullas podían durar entre tres semanas y seis meses. La tripulación estaba compuesta por unos 50 hombres que se turnaban para ocupar las literas y hamacas. La temperatura en su interior se elevaba a los 50 grados por los motores diesel y el aire se volvía rancio durante los largos periodos bajo el agua. El agua potable era limitada y estaba estrictamente racionada (tres tanques con un total de 3.870 m3). Las luces siempre permanecían encendidas. Los largos periodos en el mar podían tener un impacto psicológico en la tripulación. El peligro siempre estaba presente. 
 
                                                                   Tripulación en un único compartimento de dormitorio-comedor

     El historial de servicio del U-977 no era nada impresionante, había formado parte  en las flotillas 5, 21 y 31, habiendo realizado una sola misión con resultados nulos. En diciembre de 1944, mientras la nave estaba siendo actualizada, la Kriegsmarine designó como comandante del U-977 al teniente de navío Heinz Schäffer, de tan sólo  veinticuatro años. Se trataba de un oficial de familia acomodada nacido en Berlín el 28 de abril de 1921 y que desde muy joven se habïa sentido atraído por los barcos (pequeños veleros de regata) por lo que con 18 años entró en el cuerpo de Cadetes Navales donde quiso convertirse en oficial de la marina por lo que al comienzo de la II G.M. fue enviado a la Escuela Naval  para continuar su formación. 

    Su historial de servicio era bastante discreto. En un principio, Schäffer sirvió en el U-445 con base en Francia como primer oficial de guardia (código 1WO) con cuatro patrullas de guerra, incluida una en el golfo de Guinea. Después asumió el mando de su primer U-boat, el pequeño submarino de tipo IID U-148 entre el 30 de noviembre de 1943 y el 13 de diciembre de 1944 donde no constan patrullas de guerra. Contaba con las siguientes condecoraciones: La Cruz de Hierro de primera y segunda clase así como el U-boat War Badge. 

     La aventura comienza el 13 de abril de 1945 cuando zarpa de Kiel como comandante del U-977 para dirigirse a Horten (Noruega) donde llega el 20 de abril (8 días) que sirve para que la tripulación se vaya familiarizándose en el uso del snorkel del que había sido instalado en los astilleros. Parte de Horten el día 29 de abril para llegar a Kristiansand el día 30 donde permanecieron dos días. Kristiansand era una base para submarinos situada en Noruega de gran valor estratégico ya que junto a la de Bergen se concentraban la flota de submarinos que habían escapado de Francia tras el desembarco de Normandia. Era utilizada para repostar combustible, aunque también lo podían hacer en alta mar, así como para abastecerse de provisiones.    

    

                                                    Recorrido del U-977 Kiel-Horten-Kristiansand

      En esta base se enteran el 1 de mayo por la tarde de la muerte de Hitler a través del almirante Dönitz que lo comunica vía radio Hamburgo. Pero como la guerra aún no había terminado se le ordena partir el 2 de mayo con la misión de patrullar el canal de la Mancha y permanecer frente a Southampton para atacar naves aliadas, y de ser posible penetrar en la zona portuaria para causar el mayor daño posible. Al poco de zarpar, el 7 de mayo se produjo una avería irreparable en el periscopio principal debido a que fue dejado levantado durante la inmersión lo que frustro la misión. Si regresaban a puerto pensaron que probablemente serían enviados a combatir en tierra mientras durara la reparación por lo que decidieron continuar en alta mar.

                                                                                                               Torre de Mando de un U-boat Type VII donde se puede observar el cañón de 88 mm.

   El 8 de mayo de 1945, a las 08:30 horas, Karl Dönitz capituló definitivamente frente a los aliados, la guerra había terminado. Aquel día no sólo ordenó a las tropas que combatían en tierra firme que cesaran las hostilidades, sino que también estableció  que los escasos ¨lobos grises¨ que aún permanecían bajo las aguas detuviesen su caza. Envió el siguiente mensaje a las tripulaciones de los U-Boat. ¨La continuación de la lucha es imposible desde las bases que nos quedan. Hombres de los submarinos, sin quebrantar vuestro marcial coraje, deponéis las armas después de la lucha heroica sin igual¨. 

   Inmediatamente, la mayoría de los submarinos germanos ante la ambigüedad del mensaje de Dönitz ejecutaron la orden secreta conocida como operación ¨Regenbogen¨ (arco iris) destinada a la autodestrucción de las unidades submarinas alemanas por su propia tripulación para mantener intacto el honor de la ¨Kriegsmarine¨, por lo que incluso muchos capitanes de los ¨lobos grises¨ abandonaron sus bases para navegar hacia aguas profundas y hundir sus buques. 

Dönitz observa un U-94 en la base de Saint-Nazaire, Francia  ( junio de 1941)

     Los aliados ordenaron a todos los submarinos ¨subir a la superficie¨, izar la ¨bandera negra¨, informar de su posición en un ¨lenguaje claro a la estación inalámbrica más cercana¨ y navegar hasta puerto más cercano con los torpedos desarmados y el cañón en crujía. Más de sesenta submarinos se entregaron en puertos de Escocia, Irlanda, Gibraltar y Noruega, cinco lo hicieron en aguas norteamericanas y uno en Canadá. El 20 de mayo el U-963 emergió cerca de la costa portuguesa y, después de abrir los grifos de inundación, su tripulación abandonó la nave en botes neumáticos. Con la presencia de este último submarino, todo parecía indicar que finalmente el Atlántico quedaba libre de submarinos alemanes. 

     El U-977 al mando del joven Schäfer encontrándose en aguas noruegas reunió a sus hombres, les informó de que no entrarían en combate, pero tampoco acatarían la orden de subir a superficie y entregarse. En una muestra de democracia no muy habitual en la ¨Kriegsmarine¨, sometió a votación cual sería el destino al que se dirigirían. Treinta tripulantes optaron por dirigirse a Argentina (a unos 10.000 Km.), dos a España y dieciséis, la mayoría de ellos con esposa e hijos, optaron por querer regresar junto a sus familias. Estos últimos serían desembarcados de forma clandestina en la isla de Holsenöy cerca de Bergen (Noruega) la noche del 10 de mayo siendo capturados posteriormente por los británicos a los que contaron que eran supervivientes de un submarino autodestruido. Como consecuencia de la maniobra, el U-977 quedó varado durante unas horas frente a las costas pero finalmente lograron solventar ese contratiempo a pesar de perder el sumergible la mayoría de su tripulación más experimentadaLa razón de la elección de Argentina parecía sencilla, el país había mantenido buena relación con Alemania durante la contienda por lo que consideraban serían mejor tratados que en otros países y así eludir la posibilidad de un duro cautiverio. Existía una importante e influyente colonia de alemanes  y consideraban que era la mejor opción para intentar iniciar una nueva vida y eludir la dura postguerra que les esperaba si regresaban a Alemania.

                                                                                                                                             Condiciones de hacinamiento tripulación de un U-boat Alemán

    Desde las costas noruegas el U-977 se dirigió a aguas de Gibraltar, pero debido al intenso patrullaje aéreo y naval al que estaba sometido el Atlántico norte, la mayor parte de este trayecto lo hicieron en inmersión, utilizando el snorkel para encender los motores diésel y poder recargar los acumuladores de los motores eléctricos, aún con el consiguiente riesgo de ser detectados por el humo. Es muy posible que los tripulantes tuvieran que utilizar el respirador autónomo de potasa (Kalipatrone) empleado cuando el submarino tenía que permanecer sumergido durante un prolongado periodo de tiempo y enrarecerse progresivamente la atmósfera del submarino con CO2. Se trataba de una especie de boquilla que iba unida a un recipiente que contenía un cartucho alcalino y varios filtros, destinados a purificar el aire y, de funcionamiento muy similar a una máscara anti-gas. 

                                                                                                                               Entrenamiento de tripulación en el uso del respirador autónomo 

     Después de sobrepasar la zona de aguas de Gibraltar y tras 66 días de navegación constante entre 50 y 80 metros de profundidad, el interior del submarino se volvió inhabitable al cubrirse de moho y decidieron subir durante la noche a la superficie, habiendo logrado un récord mundial de navegación en inmersión  en una nave que no estaba preparado para ello. Habían consumido 40 toneladas de combustible en recorrer 1800 millas y sólo le disponían de otras 40 toneladas para recorrer las 5.500 millas que le quedaban. Para lograrlo Schäffer ordenó navegar en superficie con el motor diésel 10 horas a 60 vueltas de hélice  y las 14 restantes de cada día hacerlo en modo eléctrico. 

                                                                                                                                             El U-977 

      Sobrepasaron Madeira a unas cien millas al oeste de sus costas, poniendo rumbo a Cabo Verde donde llegaron el 14 de julio y donde pudieron realizar una breve parada fondeando durante casi 4 horas al suroeste de Branco donde la tripulación pudo subirse a cubierta e incluso darse un baño lo que sin duda debió aliviar las tensiones acumuladas. A partir de ese momento tuvieron que continuar viaje utilizando un solo motor por lo que avanzaron lentamente hacia el sur  recorriendo unas 150 millas diarias. El 22 de junio sobrepasaron las pequeñas islas de St. Paul´s Rocks a unos 1.100 Km. de la costa brasileña, navegando en superficie la mayor parte del tiempo y con un calor sofocante. El 23 de julio cruzan el Ecuador, autorizando Schäffer  la tradicional ceremonia de ¨Neptuno¨ entre los marinos, que implicaba un bautismo con agua o bebida alcohólica en honor del rey de los mares para asegurar un viaje seguro. Finalmente, llegaron frente a las costas de Mar del Plata después de una última patrulla de 108 días y 7.644 millas naúticas.

 Itinerario del U-977

    Cerca del final del viaje se planteó otro interrogante, la mayoría quería hundir la nave cerca de las costas y desembarcar secretamente. Finalmente fueron convencidos por su comandante de evitar cualquier posible interpretación del viaje, por lo que aceptaron una vez más su razonamiento de entregar la nave. Con ello y a pesar de su juventud  volvió a demostrar Schäffer una gran capacidad de liderazgo. Si durante la primera parte del viaje supo controlar las tensiones de la tripulación, que le llevaron incluso a separar del servicio a su primer oficial por cuestionar su autoridad legal. En la segunda permitió algo más de distensión pero sin olvidar las tareas de mantenimiento reglamentarias por lo que el submarino llegó en perfectas condiciones de cuidado y limpieza logrando que el grupo permaneciera cohesionado.

     A las 09:15 horas del 17 de agosto de 1945 cuando se encontraban a 8 millas de la costa de Mar del Plata y navegando en superficie el submarino alemán realizó señales lumínicas con el reflector de la torre de mando. Se identificaron como el U-977, permitiendo que una dotación de nueve hombres con un Teniente de Fragata al frente abordaran al submarino a unas tres millas de la costa, concediéndose entonces permiso al comandante para dirigirse lentamente con la la nave a Mar del Plata para finalmente atracar en su Base Naval argentina al costado del guardacostas ¨General Belgrano¨ a las once de la mañana. 

El U-977 amarrado en la base Argentina 

    Una vez cumplidas las maniobras de amarre y antes de firmar el acta de rendición para hacer entrega de submarino, Schaffer luciendo sus condecoraciones, formó en cubierta  a los 31 hombres de su tripulación entre los que se encontraban el oficial Karl Reiser de 22 años y el segundo oficial Albert Khan de 23. Se dirigió a sus hombres para recordarles brevemente y agradecerles su servicio como miembros de la Kriegsmarine, los acontecimientos de la guerra que habían compartido  y la prolongada hazaña que habían realizado. Esto marcó el final de un logro verdaderamente admirable tanto en términos de marinería como de liderazgo.  

                                                                                             Miembros de la Armada Argentina en la cubierta del U-977 rendido

    Lo que Schäffer desconocía hasta ese momento es que otro submarino alemán, el U-530 con Otto Wermuth al mando, había llegado a las costas argentinas treinta y ocho días antes para rendirse pero con un estado y aspecto interior lamentable. Como en ese momento medio mundo se cuestionaba si Hitler había muerto o no en Berlín, no resultaba extraño  que con la llegada de los dos submarinos a las costas Argentinas, circularan rumores sobre este el último viaje y de que habían trasladado en su huida a dirigentes nazis, incluso al propio Hitler, o un cargamento de oro y/o diamantes saqueado y desembarcado previamente durante la noche de forma clandestina antes de su rendición. Esta historia se repitió en los tabloides de medio mundo provocando grandes especulaciones que perduran hasta nuestros días. 

     El comandante Schäffer junto con la tripulación fue conducido a Buenos Aires como prisioneros de guerra  para ser interrogados y donde fueron preguntados sin rodeos si habían trasladado a Hitler. Al contrario que el U-530, el otro submarino rendido, éste conservaba a bordo la bitácora y las cartas de navegación que indicaba con detalles los presuntos movimientos del submarino hasta llegar a Mar del Plata. Schäffer aseguró no haber disparado ningún torpedo durante su travesía, al estar completa su dotación no se le pudo relacionar con el hundimiento del crucero ¨Bahía¨ de la armada de Brasil. La falta de un bote salvavidas quedó justificado por el desembarco de algunos tripulantes frente a las costas de Bergen en Noruega antes de comenzar la travesía. 

    Finalmente, la tripulación sería enviada a los Estados Unidos, luego a Alemania y liberados en menos de un año. Para Schäffer, las cosas no iban a ser tan fáciles, sería interrogado en Estados Unidos y luego enviado a Inglaterra para nuevos interrogatorios por parte de los británicos, que le concedieron la libertad a medidos de 1946. Vivió largo tiempo en Argentina trabajando en una naviera donde formó una familia regresando a Alemania donde finalmente falleció en Berlín 1979 a la edad de 57 años.

     El submarino fue puesto a disposición del gobierno de EEUU y llevado con tripulación norteamericana a la base militar de Massachusetts donde arribó en noviembre de 1945. Después inició un recorrido de exhibición del poderío militar norteamericano por la costa oeste denominado "Victory Tour¨. Un año después de su llegada a Estados Unidos, la embarcación fue puesta como blanco de ejercicio de tiro frente a las costas de Boston. El ¨USS Atule¨ lo torpedeó. Con su casco partido al medio se hundió a 40 millas al oeste de Cape Cod. 

                                                                                              El U-977  en su ¨Victory Tour¨ por la costa oeste

      Schäffer seguramente hubiera llevado una vida anónima si no hubiera sido porque en 1947 un escritor húngaro  emigrado a Argentina (Ladislas Szabo) publicó un libro titulado ¨Hitler vive¨, en el que afirmaba que el U-977 había transportado a Hitler a Argentina y luego a través de la Patagonia a una base llamada ¨Neuberchtesgaden¨ construida en secreto en la Antártida. El fenómeno animó a Schäffer a escribir sus memorias que llevaban por título ¨Los secretos del U-977¨ para explicar los motivos de su escapada, acallar los rumores sobre Hitler y reclamar el récord de 66 días sumergido. 

    Un último ejemplar de este tipo de submarino tipo VIIC el U-995 lo podemos contemplar y visitar  en la playa de Ostsee, en Laboe (Alemania). En 1971 fue convertido en un barco museo.

      En cualquier caso, nunca se ha podido demostrar que Hitler hubiera arribado a Argentina en un submarino. Salvo operaciones con tropas de comando o infiltración de agentes, es extremadamente difícil que un submarino de guerra transporte personas ajenas a su tripulación y sin ningún tipo de adaptación o preparación previa que requería una travesía como esta. También es imposible que la tripulación pudiera ocultar este tipo de información ante los interrogatorios expertos de los EEUU y Gran Bretaña. Tampoco la elección del comandante y tripulación muy joven y con escasa experiencia parece la más adecuada para una misión de esta envergadura.

     Además, según los informes de la Kriegsmarine la nave U-977 había sufrido importantes daños en el Báltico  hasta en tres ocasiones por lo que presentaba algunos daños estructurales,  así como que las baterías funcionaban a un 70% de su capacidad no habiendo podido ser sustituidas por falta de suministros durante su última revisión. Si seguía operativo era por las necesidades tras las numerosas pérdidas sufridas al final de la contienda. De haberse utilizado un submarino hubiera sido más lógico utilizar uno más grande, moderno, con más y mejores botes salvavidas denominados técnicamente de largo alcance como los de tipo IX, donde las posibilidades de supervivencia hubieran sido mayores.

                                        

                                         Puesto de Control de Mando del Comandante de un U-boat de tipo VII


1. Caja de gobierno del timón y mandos, sirve para mover el timón y establecer el rumbo

2. Telégrafo, se usa para transmitir a la máquina el régimen del motor de babor. Hay otro con  el borde verde que transmite las mismas órdenes pero para el de estribor

3. Periscopio, suelen llevar dos, uno de navegación y otro con el mástil más pequeño para el combate. (Es más pequeño para que deje menos estela en la superficie y sea más difícil de ver)

4. Reloj que marca la profundidad de inmersión

5. Reloj que marca la inclinación del submarino al sumergirse o al emerger

6. Cajas y ruedas de mando con las que se gobiernan los timones de profundidad

7. Manómetro de profundidad Papenberg

8. Corredera, sirve para conocer la velocidad del submarino

9. Tubo acústico para trasmitir órdenes de viva voz

10. Interruptor

11. Cuentarrevoluciones de los motores de babor (diesel y eléctrico). Hay otro con el borde verde para los motores de estribor

12. Botellas de aire comprimido

13. Intercomunicador y/o alarma

                                            

        Sonido desde el interior de un  submarino alemán siendo atacado con cargas de profundidad



Película completa en este enlace

http://ok.ru/video/7822488701487

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