13. HANNA REITSCH, LA AVIADORA DE HITLER
¨En grandes alturas, el aviador se siente cerca de Dios¨.
Hanna Reitsch
De aspecto un tanto frágil, con 1,50 cm de estatura y apenas 40 Kg. de peso. demostró tener un fuerte carácter y una gran decisión en conseguir sus objetivos. Esta valiente aviadora logró ser una de las primeras mujeres en volar planeadores y pilotar un helicóptero. Sin duda, fue una pionera que abrió camino a otras muchas mujeres aviadoras, logrando en su larga trayectoria deportiva más de cuarenta récords mundiales de vuelo sin motor. Pero también la acompañó la polémica durante gran parte de su vida por su vinculación con el régimen nazi, que le generó posteriormente muchos problemas y dificultades, eclipsando su trayectoria deportiva nunca igualada.
La mujer que un día se convertiría en una de las pilotos de pruebas más conocidas del Tercer Reich nació el 29 de marzo de 1912 en una familia de clase acomodada, su padre era oftalmólogo, en Hirschberg (actualmente Polonia). Muy cerca de su localidad de nacimiento se encontraba Grunau (hoy conocida por su nombre polaco Jelenia Gora), una de las cunas del vuelo sin motor. Desde los catorce años su único objetivo era volar, por lo que tuvo que inventarse la excusa familiar de querer convertirse en médico-misionera en las colonias alemanas al norte de África para poder así iniciarse en el vuelo sin motor. A tal fin aprendió a volar en una época en que pilotar aviones no era una opción para las mujeres.
El mismo año que inicia sus estudios de medicina en 1932, realiza sus primeros cursos, era la única mujer del grupo. Como consecuencia de su rápido progreso, al año siguiente se dedica a tiempo completo primero como piloto y rápidamente también como instructora. Durante aquel año que marcaría su vida entabló una amistad que siempre mantendría con Werner Von Braun, el padre de la carrera espacial (personaje que abordaremos en otro capítulo). Rápidamente, en 1932 bate el récord de la duración de un vuelo sin motor: 5,5 horas y un año después lo vuelve a batir dejándolo en 11 horas y 30 minutos.
En marzo de 1934 viajó a Argentina y Brasil en una expedición científica aeronáutica para probar planeadores en condiciones térmicas extremas y donde realizó numerosas exhibiciones con el planeador modelo Grunau Baby que luego se fabricaría en Argentina. Ese mismo año bate el récord femenino de altura: 2.800 m.
A su vuelta a Alemania comenzó a trabajar como piloto de pruebas en el Instituto alemán para el desarrollo de planeadores. Hay que tener en cuenta, que los vuelos sin motor era una forma de entrenar pilotos, ya que los aviones estaban prohibidos en la Alemania de entreguerras por el tratado de Versalles. Aquí realizó todo el programa de desarrollo del DFS Kranich, que era biplaza diseñado por Hans Jacobs y fue el primer planeador en fabricarse en serie. Tuvo una larga vida en servicio, fabricándose hasta finales de 1950 bajo licencia en varios países entre ellos en España.
Hanna Reitsch y Hans Jacobs Fábricación del DFS Kranich
En 1936 rompió el récord mundial de trayecto en vuelo con planeador para mujeres con 305 Km. Un año más tarde, Hanna despegando desde Salzburgo lograba ser la primera mujer en atravesar los Alpes en un planeador, desafiando las peligrosas y desconocidas corrientes térmicas de la cordillera. Los récords se sucedían y su prestigio aumentaba. Es invitada a exhibir sus habilidades en distintas partes del mundo.
En 1937 fue contratada por el coronel Ernst Udet como piloto de pruebas de la reciente creada Luftwaffe, donde realizó pruebas con el bombardero y avión de ataque a tierra Junkers Ju 87 o ¨Stuka¨ fácilmente reconocible por sus alas de gaviota y el bombardero rápido ligero Domier Do 17 diseñados clandestinamente como transportes civiles. En el ¨Stuka¨, Reitsch tuvo que emplearse a fondo para desarrollar una de las características innovadores del aparato para le época, como el izado automático de los frenos de picado de las alas para asegurar que la aeronave se recuperaba de un ataque en picado incluso si el piloto se desmayaba debido a la alta aceleración. En 1937 fue la primera mujer en el mundo en ser ascendida a capitán de vuelo.
En ese mismo año se convierte en la primera persona en volar un helicóptero, el prototipo Focke-Wulf en el interior de un espacio cerrado (Deutschlanhalle de Berlín) y logra el récord mundial de distancia en ese tipo de aparatos recorriendo 109 Km.
Exhibición del Focke-Wurf en el Deutschlanhalle de Berlín.
Estas proezas y su carácter abierto la convirtieron a partir de 1938 en la estrella de la propaganda nazi y fue recibida por el mismo Hitler, con quien entabló una amistad personal. En 1939 bate nuevamente el récord mundial femenino de vuelo sin motor. Por sus servicios a Alemania como piloto de pruebas el 28 de marzo de 1841 Adolf Hitler le hace entrega la Cruz de Hierro de Segunda Clase y en 1943 la Cruz de Hierro de Primera Clase, siendo la única mujer en recibir tal distinción. También se le confirió el Distintivo Aéreo Militar de Oro con Diamantes.
Hitler le hace entrega de la Cruz de Hierro, 1940
Poco antes del estallido de la guerra en 1942, Reitsch fue reclamada para volar los últimos diseños en los que trabajaban los ingenieros alemanes, en donde todos los grandes proyectos pasaron por sus manos y gran parte de las mejores innovaciones técnicas de los aparatos alemanes se debieron a sus indicaciones y recomendaciones lo que la convirtieron en una de las mejores, sino la mejor probadora que tenía Alemania.
Así se convirtió en la primera mujer en volar el primer avión cohete, el Messerschmitt Me 163 Komet con el que superó velocidades de 800 Km/h, una velocidad casi inaudita en aquella época. En su quinto vuelo perdió el control durante el aterrizaje que le causó graves heridas. Con una altura de 150 cm. Reitsch no podía abrocharse los cinturones de hombros y manejar los instrumentos al mismo tiempo, cuando se estrelló se golpeo la cara contra el tablero de instrumentos , lo que le costó una nariz desgarrada, seis fracturas de cráneo y una mandíbula rota y una fractura de espalda. Los médicos no esperaban que viviera y menos que pudiera volver a volar. En esa época conoce al general de la Luftwaffe Robert Ritter von Greim, con el que entablaría desde ese momento una estrecha amistad.

Después de permanecer convaleciente durante cinco meses, al poco tiempo de recibir el alta médica ya estaba realizando nuevamente vuelos de prueba. Es entonces cuando realizó el vuelo más arriesgado de su vida, en donde volvió a coincidir con su amigo el ingeniero desarrollador von Braun. El proyecto consistía en construir un avión-bomba V-2 pero tripulada, basado en la V-1 para mejorar con ello la precisión. Su construcción fue realizada por Fieseler y designada como Fi-103 Reichenberg.
En el momento de la incorporación de Reitsch el programa se encontraba seriamente comprometido. Hasta ese momento las pruebas de estos prototipos habían sido decepcionantes y los ingenieros no daban con el problema que hacía que los aparatos entraran en pérdida y terminaban por estrellarse. Varios pilotos de prueba habían perdido la vida tratando de encontrar el problema sin que ninguno sobreviviera para informar los motivos por los que se perdía el control de la nave.
Ella, con su experiencia en el Me-163, se sentía con la confianza necesaria para intentar alguna prueba más. Hanna se adaptaba muy bien a la diminuta cabina de pilotaje y se estableció un sistema de comunicación por radio para informar en tiempo real de sus percepciones dadas las pocas posibilidades que había de que se pudiese presentar un informe por escrito con posterioridad al aterrizaje. La bomba voladora modificada, con Hanna Reitsch en la cabina, fue lanzada desde un bombardero bimotor Heinkel He-111. Catapultar la máquina desde una rampa, que era el procedimiento habitual, se consideró demasiado peligroso.
Sorprendiendo a todos logró mantener el aparato el tiempo suficiente en el aire como para encontrar el problema que rápidamente descubrió en el timón de dirección con un diseño defectuoso. Renunció al previsto salto en paracaídas y un veloz planeo logró aterrizar violentamente en las playas del Báltico sobre el patín adosado al artefacto con mínimos desperfectos y evitando los peligrosos bucles al tocar tierra. Dos de los siete instructores del Fi-103 murieron y cuatro resultaron heridos. Reitsch fue el único del grupo que sobrevivió al programa de pruebas sin sufrir lesiones. Todo lo que a esa mujer le caía en las manos volaba. En octubre de 1944, un total de 175 bombas voladoras que habían sido modificadas con cabinas y controles manuales se encontraban dispuestas. Aunque era el arma menos convencional de la Luftwaffe, nunca se utilizó en operaciones.
Pequeña cabina y mandos de la variante V-1 tripulada
Fue mientras recibía esta segunda Cruz de Hierro en Berchtesgaden, que Reitsch sugirió la creación de un escuadrón suicida de la Luftwaffe, conocido como la ¨Operación autosacrificio¨. Por ello en 1945 fue una de las tres personas que participaron en este proyecto de creación como instructora del Escuadrón Leónidas (en honor del héroe Espartano), para lo que se pensó en la posibilidad de modificar el caza Me-328B, pero el plan se vio frenado abruptamente cuando un bombardeo aliado destruyó la fábrica en la que se construían los prototipos del avión, aunque también influyó decisivamente que contaba con numerosos detractores entre los altos mandos de la Luftwaffe por lo que finalmente Hitler canceló el proyecto en 1944.
En abril de 1845 el Reich colapsaba y los rusos avanzaban sobre Berlín. En ese momento Hitler siente que Goring le traiciona por lo destituye de todos su cargos. El día 24 de abril llegó a Múnich un telegrama procedente del búnker del Führer donde ordenaba al coronel Von Greim presentarse en la Cancillería del Reich, para nombrarlo jefe de la Luftwaffe. El 25 de abril, Greim le dijo a Reitsch que debían volar en dirección a Berlín. Los motivos que movieron a Hanna Reitsch para acompañar a Greim son inciertos, posiblemente su estrecha amistad pudo influir, pero los viajes para ir y volver de Berlín pusieron de manifiesto su gran valor. Aquella gesta perseguiría a Reitsch hasta el final de sus días.
En la madrugada del día 26 de abril de 1945 despegaron desde la proximidades de Múnich hasta el aeródromo de Rechlin y de ahí se dirigieron al aeródromo de Gatow al oeste de Berlín a bordo de un Focke Wulf 190. Solo había sitio para un pasajero que debía situarse detrás del asiento del piloto que fue ocupado por Greim, Reitsch de pequeñá estatura se acopló en la cola del aparato a través de una abertura de emergencia para lo que tuvo que sacar alguno de los elementos que equipaba el aparato. Estuvieron acompañados por una escolta de unos diez cazas, de los que la mayoría fueron derribados.
En el último tramo del viaje desde Gatow no pudieron utilizar el autogiro como estaba previsto, por lo que tuvieron que hacerlo en un pequeño avión de entrenamiento Fieseler Fi-156C Storch (cigüeña), aparato capaz de aterrizar a solo 29 Km/h. Lo hicieron volando o a baja altura con Greim a los mandos y Reitsch agazapada detrás. Cuando sobrevolaban el bosque de Grunewald el avión fue alcanzado en el motor y el tanque de combustible. Una bala perforante le destrozó el pie derecho a Greim y se desmayó. Reitsch logró por encima de los hombros de Greim hacerse con los mandos y aterrizar con éxito en el aeródromo improvisado de unos trescientos metros de longitud situado en el bulevar Este-Oeste entre la columna de la Victoria y la Puerta de Brandemburgo. Un vehículo militar los recogió y trasladó al búnker de la Cancillería
Fieseler Storch Robert von Greim
Hiler salió a su encuentro y fue recibida afectuosamente y se refirió a ella como ¨la piloto que no le había traicionado¨. Hanna que lo había conocido en sus años de esplendor, quedó impresionada por su deterioro físico y la mirada ausente. Greim fue operado esa misma noche en el búnker por el médico de las SS el Obersturmbannführer Ludwing Stumppfegger. Hitler comunicó a Greim que lo había llamado para nombrarlo comandante en jefe de la Luftwaffe con el grado de mariscal de campo en sustitución de Goring. Entregó a ambos unos frasquitos de veneno a fin de que pudieran utilizarlos en caso necesario. En el búnker permanecieron hasta la tarde del 28 de abril ya que todos los aviones que trataban de aterrizar en Berlín para sacarlos eran derribados por los rusos.
El 28 de abril, tras cerca de tres días de encierro en el búnker y contra todas las esperanzas, un aeroplano logró aterrizar en Berlín para recoger al nuevo comandante en jefe de la Luftwaffe y llevarlo al cuartel general de operaciones en Rechlin. Era un Arado 96 que despegó a media noche. Hanna llevaba varias cartas oficiales y personales escritas precipitadamente por los moradores del búnker, algunas nunca llegaron a su destino. Despegaron como habían llegado rodeados de explosiones hasta que lograron alcanzar rápidamente altura para ponerse a salvo de la artillería rusa, logrando finalmente a las tres de la madrugada llegar a Rechlin. Sería el último avión alemán que salió de Berlín.
Pista de aterrizaje improvisada en Berlín utilizada por Reitsch y GreimEn las primeras ediciones de su autobiografía publicadas en 1951, “Fliegen – mein leben” (Volar es mi vida), Hanna relata como pudieron despegar desde Berlín rumbo a Rechlin y ponerse a salvo, rechazando sistemáticamente la posibilidad planteada por los soviéticos de que Hitler hubiera logrado escapar por aire en el último momento, pero en una versión posterior agregaría una enigmática pregunta: “¿no habré sido yo quien sacó a Hitler de Berlín?”, frase que alimentaba la versión de que el Führer pudiera haber escapado del cerco del ejército rojo y que el cadáver encontrado en los jardines de la Cancillería (que sería el de Ferdinand Beisel), fue utilizado por su parecido, reemplazaba a Hitler.
En la madrugada del día 30 de abril, Von Greim y Reitsch tuvieron conocimiento de la muerte del Fuhrer. Aún así, Greim trató en la siguiente semana de reagrupar lo que quedaba de la Lufwaffe, aunque cada día se hacía más evidente lo que supuso desde su nombramiento, la Lufwaffe había dejado de existir. Finalmente, después de deambular por varias ciudades del norte del país, el 8 de mayo de 1945 aterrizaron en Zell am See (Austria) donde tuvieron noticia de la capitulación alamana. Desde ese momento la misión que tenían encomendada dejaba de tener sentido y Hanna Reitsch llevó a Ritter von Greim al hospital para que pudiese ser curado de sus heridas que aún tenía, siendo en ese lugar donde son capturados por los norteamericanos.
Ella pasó quince meses como ¨prisionera del alta prioridad¨ e interrogada por oficiales norteamericanos, en parte porque ya se rumoreaba que había llevado a Hitler a la libertad en avión. Clasificada en el grupo II (políticamente implicados con el régimen) Siempre mantuvo que nunca fue miembro del partido nazi y que nuca tuvo ningún cargo político, sólo reconocía había servido lealmente a su país. Fue declarada inocente de crímenes de guerra y finalmente liberada. Durante su cautiverio se enteró de que su padre había asesinado a su madre, a su hermana y a los hijos de su hermana antes de suicidarse para evitar la captura soviética. Pocos días después de recibir la noticia de la muerte de su familia, el 24 de mayo de 1945, von Greim decidió quitarse la vida cuando se enteró que sería entregado por los norteamericanos a los rusos en un canje de prisioneros, utilizando la cápsula de cianuro de potasio que Hitler le había facilitado.
Para los alemanes, una de las consecuencias de la capitulación fue la prohibición de realizar cualquier tipo de prácticas aéreas, prohibición que también afectaba al Vuelo sin Motor. Esta restricción fue finalmente levantada en el año 1951 y Hanna resurgió como el ave fénix y se puso a trabajar para los nuevos prototipos de planeadores en Alemania. Al año siguiente Hanna pudo participar en el campeonato mundial que se llevaría a cabo en el aeródromo madrileño de Cuatro Vientos, donde siendo la única mujer participante obtuvo el tercer puesto, compitiendo a los mandos de un novísimo Kranich III diseñado el año anterior. En 1955 participa en el siguiente campeonato mundial celebrado en Saint Yan (Francia) donde logra la novena posición pilotando un Zugogel. En 1956 bate el récord alemán de distancia de planeo: 370 Km. y un año más tarde el récord alemán de altitud con planeador, dejándolo en nada menos que 6.848 m.
En países sin demasiados recursos ni industria avanzada, el planeador se convirtió en una buena solución para determinadas funciones. En 1959 fue a la India invitada por el Primer Ministro Jawaharlal Nehru, donde conoció a su hija Indira Gandhi y creó un centro de formación para pilotos de planeadores. En 1961 fue invitada a la Casa Blanca por el presidente Kennedy donde volvió a coincidir con su amigo Von Braun, jefe del programa espacial americano y conocer a Neil Armstrong (que posteriormente se convirtió en el primer humano en pisar la superficie lunar), allí recibió el título de Miembro de Honor de la Asociación Norteamericana de Pilotos de Pruebas. En 1962, cuando atesoraba ya medio siglo de vida a sus espaldas, estableció un nuevo récord femenino para planeadores volando siguiendo una ruta triangular de 330 Km. de longitud en seis horas veintiocho minutos
Con Robert Kennedy en la Casa Blanca, 1961
Entre 1962 y 1966 residió en Ghana donde invitada por su Presidente Kwame Nkrumah créo una escuela de vuelo sin motor, la primera en África, para lo que importó formadores y formo numerosos pilotos. Fue mimebro fundador de la Asociación Alemana de Muejres Piloto. En 1972 fue nombrada miembro honorario de la Sociedad de Pilotos Experimentales en California y ¨Piloto del Año 1971¨por la organización International Order of Charakters. En 1975 obtuvo la ¨Windrose¨, Rosa de los Vientos. En 1979 batido una nueva marca al recorrer 805 Km. en un aeroplano sin motor en un vuelo de ida y vuelta en los Montes Apalaches (USA), fue su última aportación a la aviación falleciendo el 24 de agosto de ese mismo año a los 67 años de edad en Franckfurt.
Las causas fueron aparentemente de un ataque cardiaco pero el ex piloto de pruebas británico y oficial de la Marina Real, Eric Brown, recibió una carta de ella a principios de ese mes, que finalizaba con la siguiente frase enigmática: “It began in the búnker and there it shall ”- “ Todo empezó en el búnker, allí terminará ”. No se realizó ninguna autopsia, o al menos no hay ningún informe al respecto. Brown, por su parte, cree que después de todos esos años, es posible que finalmente haya tomado esa cápsula de cianuro como hizo Greim y que Hitler les había facilitado poco antes de su suicidio. Según esta leyenda, se dice que Hanna llevó un amuleto alrededor de su cuello durante toda su vida con la ampolla de cianuro y que existiría un pacto de suicidio entre ambos que se cumplió treinta cuatro años después. Curiosamente, los restos de Hanna, fallecida en Frankfurt y von Greim descansan muy próximos en el mismo cementerio municipal de Salzburgo.
En su trayectoria estableció más de cuarenta récords mundiales. Sin embargo su recuerdo se ha ido desvanecido y no es tan recordada como Amelia Earhart que la precedió. El tiempo no fue el culpable, su gran inconveniente fue el contexto histórico vital que no pudo o supo evitar, dejándose arrastrar por el espíritu de la época para situarse en el lado equivocado de la Historia. En cualquier caso, Hanna Reitsch fue una figura valiente y polémica que nunca renegó del nazismo y a la que le costó posteriormente reconocer que toda esa gente que había frecuentado y tanto admiraba, había cometido horribles crímenes de lesa humanidad. Las dos cruces de hierro que había ganado durante la guerra, no le pesaron sobre el pecho y nunca entendió por qué después de la Segunda Guerra Mundial ya no se le permitía llevarlas en Alemania. En algunas ocasiones, fuera de su país las lució con orgullo.
Es autora de tres libros ¨Volar fue mi vida¨ 1951, en 1970 ¨Altos y bajos¨ y ¨El cielo mi reino¨ en 1991
¿Cómo te parece que debería recordar la historia a esta mujer?
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